Ayer fue un día precioso en Granada... Cuando levanté la persiana y ví como caía la nieve, me ilusioné muchísimo! Había caído una buena nevada y todo estaba tan blanquito! Me tocó ir al trabajo andando, pero el camino me pareció precioso: árboles nevados, niños haciendo muñecos de nieve, parejas sacándose fotos, adolescentes tirándose bolas de nieves los unos a los otros...
Después de un día tan frío como bonito, no hay nada más reconfortante que una sopa caliente para cenar. Así que preparé esta sopa de calabaza, maíz y guisantes, buena para el cuerpo y para el alma. Os dejo con la receta y con algunas de las preciosas fotografías que saqué.