Ayer nos tomamos este "desayuno irlandés completo", pero no... no fue para para desayunar sino para cenar... A diferencia de lo que se cree, ni tiene tanto colesterol (como véis, sólo lleva un trocito pequeño de morcilla - o bien, una salchicha - un poco de bacon que allí es diferente porque apenas lleva grasa y un huevo que no va frito, el resto es verdura), ni lo comen todos los días (sólo algunos domingos y ese día no se almuerza sino que se adelanta la cena). Este desayuno se suele acompañar también de corn flakes, zumo de naranja, scones (bollitos dulces o salados), mantequilla, té y yogur.
Ingredientes:
- lata de alubias con tomate (baked beans)
- bacon de lomo (smoked back bacon)
- 1 trocito de morcilla (black pudding)
- huevo (scrambled eggs)
- champiñones
- tomate
- pan
- mantequilla irlandesa
- un chorrito de leche
- ajo y perejil
- aceite, sal y pimienta
Preparación:
Cortar el tomate por la mitad, pintar con aceite y espolvorear con ajo y hierbas provenzales. Hornear a 220 ºC hasta que esté asado. El bacon y la morcilla (podéis poner salchichas, pero es difícil encontrar el tipo que usan allí) también se suelen asar, pero yo los hice en una sartén antiadherente. Picar los champiñones y saltearlos con aceite, ajo, perejil y sal. Los huevos revueltos los hago en el microondas, que es como me enseñaron en Irlanda, y quedan bastante jugosos: se baten en un bol con un chorrito de leche, sal y pimienta, se le pone una pizquita de mantequilla y se meten al micro hasta que cuajen, removiendo a mitad del tiempo. Hay que vigilar el tiempo porque si se pasan quedan horribles. Calentar también las alubias y servirlo todo con tostadas y mantequilla.
Meno mal que mi hijo el grande no puede ver esta receta ahora, pues diria a mi para mañana, pues muchos sábados al tener todos mas tiempo me pide este desayuno, pero sin las alubias. Besos
ResponderEliminarVaya! Pues es curioso que le guste desayunar así, porque en España no estamos acostumbrados. O por lo menos a mí, cuando me plantaban este desayuno por la mañana, no comía suficiente porque no me entraba y luego hasta la cena me moría de hambre... Jejeje! Menos mal que los domingos no tenía que trabajar!
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