Habas con Jamón, Huevos Camperos y Morcilla de Burgos Ríos

Es el tiempo de las primeras habas y en el pueblo de Huétor-Vega, muy cerca de mi casa, éste es uno de los cultivos estrella junto con las alcachofas. El otro día fuimos a dar una vuelta para ver los campos sembrados y, curiosamente, fue la primera vez que ví las alcachofas en su mata. Me sorprendieron mucho porque no me imaginaba que una alcachofa fuese una minúscula florecilla entre una mata tan grande! Como tenía visita, preparé una comida típica granadina: habas fritas con jamón, huevos del campo (de los que siempre salen rojitos y con dos yemas) y morcilla. La morcilla típica es la de Güéjar-Sierra (morcilla de cebolla), pero esta vez tenía morcilla de arroz de Burgos.

Hace unos días, Embutidos Ríos me enviaron ¡¡tres kilos de morcillas!! Vaya, yo pensaba que para probarlas me llevarían un par de ellas... Además de apañados, se ve que son generosos. Me gustaría haber hecho una foto de los productos, pero faltó tiempo para que se repartieran entre algunos amigos y familiares. Se trata de morcilla de arroz de Burgos, muy diferentes a las típicas de aquí de Granada. Están buenísimas y muy jugosas. Además, tienen diferentes formatos: morcilla de arroz tamaño grande, morcilla de arroz y verduras (está de muerte!) formato grande, pinchitos de morcilla mediano y choricitos de morcilla pequeños, como para un picoteo. Así que os recomiendo que probéis esta marca cuando la veáis en el súper. Yo tengo que buscar a ver donde la venden.

Bueno, habréis notado que hoy estoy muy habladora... Os dejo la receta.

Ingredientes:

- 1 kg de habas ya peladas
- 1 cebolla
- 1 ajo
- jamón serrano a taquitos
- huevos del campo
- morcilla de arroz Ríos
- aceite de oliva artesano
- más ajos

Preparación:

En una sartén grande, calentamos un fondo de aceite y agregamos un ajo, la cebolla troceada a cuadraditos y las habas. Añadimos sal y vamos dejamos que se frían a fuego medio tapadas, moviendo de vez en cuando, hasta que estén tiernas. Antes de apartar, añadir el jamón serrano y dar unas vueltas para que se dore. Dejamos reposar para que tome sabor.

Mientras tanto, ponemos aceite en otra sartén y freímos los huevos con unos ajitos aplastados, con piel y todo. En otra, con una gotita de aceite, calentamos la morcilla. Servimos todo en un plato, acompañado de pan cateto. El aceite artesano y el pan cateto nos lo trajeron de Mijas mis padres, así que es una plato granadino-mijeño-burgalés, digamos...