Hace mucho que no escribo pero me encanta Halloween... Tanto como para no pasarme un año sin hacer alguna cosilla, aunque sea chica. La verdad es que no tenía el ánimo para hacer nada, pero a última hora he improvisado y he preparado un par de cosillas con lo que tenía por casa. Así han salido estos sandwichs, muy fáciles y rápidos de hacer: un sandwich con forma de Frankenstein y otro con forma de calabaza. Son tan sencillos que no voy a dar ni receta, así que paso directamente a deciros qué llevan. Espero que os animéis a prepararlos (yo me los acabo de comer... Jejeje!). Por cierto, las fotos son pésimas porque las hice con el móvil y poca iluminación, pero lo que cuenta es la idea... Feliz Halloween!
Sandwich Frankenstein (Halloween):
Para el sandwich de Frankenstein, cortamos una rebanada de pan de molde, dándole forma rectangular. La untamos con guacamole. Para el pelo y la boca, recortamos un trozo de alga nori en forma de zig-zag, utilizando unas tijeras de cocina. Coloqué las piezas sobre la tostada con unas pinzas pequeñas. Los ojos los he hecho con un tozo de aceituna negra y la cicatriz con salsa picante (podéis usar ketchup si es para niños u os gusta más). La verdad es el el bote de salsa Sriracha tenía la boquilla más fina y manejera. Jajaja!
Sandwich Calabaza (Halloween):
Para el sandwich calabaza de Halloween, el proceso es parecido. Cortamos la rebanada de pan de forma rectangular y la untamos de guacamole (luego caí que a lo mejor con paté de olivas negras hubiese quedado guay, pero no tenía en casa...). La calabaza la he hecho con una loncha de queso Cheddar naranja, que he recortado con un cuchillo de punta fina y afilada. Y a modo de rabito de la calabaza, unas hojitas de perejil.
¡Buen post! La comida es uno de mis pasatiempos favoritos cuando estoy con mis hijos, complementaré estas recetas con alguna cocina de juguete. ¡Gracias!
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