Brownie de San Valentín... Y Foto de Estos Dos Pingüinos Enamorados

Este fue el postre que preparé para el día de San Valentín: un delicioso brownie, esponjosito, con su helado de vainilla derritiéndose, su salsita de chocolate caliente y unas frutas del bosque para acompañar...¡Ay, de verdad! ¡¡Qué gustoso fue de comer!! Además, como se pueden congelar, el resto los tengo guardados para, en otra ocasión, tan sólo descongelar, calentar y servir con helado.

Ingredientes:

- 150 g mantequilla sin sal
- 65 g cacao puro en polvo
- 200 g azúcar
- 3 huevos
- 100 g harina
- 1 ct esencia de vainilla
- 2 puñados de nueces

Para Acompañar:

- helado de vainilla
- 50 g chocolate para fundir
- 1 chorrito de leche
- frutas del bosque descongeladas

Preparación:

Derretimos la mantequilla y la mezclamos con el cacao en polvo, la vainilla y el azúcar, moviendo bien. Agregamos tres huevos y seguimos moviendo con las varillas para que todos los ingredientes se integren. Ahora vamos añadiendo harina tamizada poco a poco. Cuando la mezcla ya quede homogénea, incorporamos unas nueces picadas.

Forramos un molde cuadrado o rectangular, que sea más bien pequeño, con papel de horno. Vertemos la masa y homogeneizamos la superficie con una espátula. Metemos al horno precalentado a 180 ºC y dejamos hornear durante unos 30 minutos aproximadamente, o hasta que al pinchar con una varilla de metal, ésta salga limpia.

Dejamos enfriar y cortamos en varias piezas. Podemos envolverlas en film o papel sulfurizado y congelar.

Para servir nuestro brownie, preparamos un poco de salsa de chocolate derritiendo unos trozos de chocolate de fundir con un chorrito de leche en el microondas. Añadimos la leche necesaria para que se quede lo suficientemente líquido.

Después, calentamos el brownie en el microondas durante un minuto aproximadamente. Le ponemos encima una bola de helado de vainilla, le echamos por encima la salsa de chocolate caliente y decoramos con unas frutas del bosque descongeladas. ¡Y a comer bien calentito, que es una delicia!

Y como colofón final, una foto de estos dos pingüinos enamorados, que se quieren más que nada en este mundo...