Tartaleta de Crema de Queso y Frutas del Bosque

¿Tenéis invitados y queréis quedar bien con un postre o merienda fácil? Una opción es esta tartaleta de crema de queso y frutas del bosque. Es totalmente casera, desde la base de masa sablée hasta la mermelada de frutas del bosque. Podéis hacer una tartaleta grande o bien tartaletas individuales. También se puede preparar con anterioridad. La masa no es nada complicada de hacer, pero para los menos atrevidos, podéis comprar pasta brisa o masa quebrada ya preparada.



Ingredientes Tartaleta de Masa Sablée:

- 175 g harina de repostería
- 80 g mantequilla
- 50 g azúcar
- 1 huevo


Ingredientes Crema de Queso:

- 200 g queso crema
- 200 ml nata para montar
- 100 g azúcar glacé


Ingredientes Mermelada de Frutas del Bosque:

- 500 g frutos rojos congelados
- 1 chorrito de zumo de limón
- 5 ó 6 cd azúcar


Preparación:

Para preparar la masa sablée, troceamos la mantequilla fría y la pasamos a un bowl grande. Agregamos la harina tamizada y el azúcar y removemos con las manos hasta que toda la harina quede humedecida. Tendrá el aspecto de tierra de playa mojada. Vertemos un huevo batido y volvemos a mover con las manos hasta que los ingredientes queden integrados. No se debe trabajar mucho este tipo de masas, ya que quedarían muy quebradizas. Hacemos una bola con la masa sablée y la liamos en film. Guardamos en la nevera y la dejamos reposar durante 1 hora.

Mientras reposa la masa, vamos preparando la mermelada y  el relleno de crema de queso.

Para la mermelada, ponemos en un cazo medio kilo de frutos rojos congelados, zumo de medio limón y 5 cucharadas colmadas de azúcar. Lo dejamos cocer primero a fuego fuerte y, cuando comience a espesar, a fuego suave hasta que tenga el espesor deseado. Removemos de vez en cuando para que no se pegue. Es mejor que quede un podo líquido, tipo salsa de frutos rojos. Dejamos enfriar y reservamos.

Para el relleno de crema de queso, montamos la nata con dos cucharadas del azúcar en un bowl bien frío. Por otra parte, mezclamos el queso crema con el resto del azúcar. Vamos añadiendo la nata montada a la crema de queso y removemos suavemente para mezclarlos. Reservamos en la nevera.

Una vez que haya reposado la masa sablée, la espolvoreamos con harina y la estiramos sobre un trozo de papel de horno o film transparente utilizando un rodillo enharinado. Esta masa tiende a pegarse por eso es preciso enharinar. No os preocupéis si se quiebra, ya que se une fácilemente de nuevo.

Estiramos la masa con 1/2 cm de grosor y la pasamos con cuidado a un molde engrasado y enharinado. Pinchamos la base con un tenedor, la cubrimos con un trozo de papel de horno y ponemos encima unos garbanzos (hacemos ésto para que la masa no suba). Horneamos a 170 ºC durante 15 minutos. Luego retiramos los garbanzos y el papel y horneamos 10 minutos más hasta que la masa esté dorada. Sacamos del horno y dejamos enfriar.

Para montar la tartaleta, rellenamos la base con una capa de mermelada de frutas del bosque casera y luego una capa generosa de crema de queso. Vertemos algunas cucharadas de mermelada sobre la crema de queso y hacemos unas espirales con la cuchara para decorar. Dejamos enfriar mínimo una hora en la nevera para que se endurezca la crema de queso.