Mermelada de Mora de Árbol

Estos días he estado de vacaciones en Mijas Costa, el pueblo de mi infancia. Cuando yo era pequeña, toda esa zona era campo. Recuerdo que había huertos, higueras, viñas, olivares, pastores con cabras... Ahora sólo te encuentras bloques y más bloques y si te adentras en la zona que antes era campo, muchos chalets!! Pero bueno, aún quedan vecinos que tienen una parcela de campo y se traen frutas y hortalizas de sus huertos, miel de sus abejas, etc. El otro día un vecino que tiene una morera nos dio casi kilo y medio de moras. Y como estaban bastante maduras las proveché para hacer una mermelada de mora de árbol.


Las moras de árbol son más suaves y dulces que las moras de zarza, más ácidas e intensas. Su sabor me recuerda al de los arándanos. La receta la hice a ojo porque no tenía báscula, pero para kilo y cuarto de moras le puse menos de medio paquete de azúcar y el zumo de un limón. Yo siempre le pongo menos de la mitad de azúcar a las mermeladas. No colé la mermelada porque nos gusta con trocitos y pepitas, pero si la queréis más fina, podéis pasarla por un pasapurés a mitad de la cocción.


Ingredientes:

- 600 g moras de árbol
- 200 g azúcar
- 1/2 limón

Preparación:

Lavamos bien las moras y le retiramos el tallo. Si agarramos el tallo con una mano y con la otra tiramos de la mora, saldrá el tallo completo desde el interior de la mora. Las vamos echando en una olla.

Añadimos el zumo de limón y el azúcar. Ponemos a cocer a fuego fuerte. La fruta comenzará a soltar su jugo. Removemos de vez en cuando durante la cocción.

A mitad de la cocción, las moras estarán blanditas y podemos deshacer algunas, dejando otras enteras para tener una mermelada con trocitos de fruta. Cuando el líquido se haya reducido, bajamos el fuego y estaremos pendientes de remover la mermelada de vez en cuando para que no se pegue.

Cuando la mermelada de mora de árbol tenga la textura que nos guste (alrededor de una hora de cocción), la pasaremos a tarros esterilizados y dejaremos que se enfríe antes de cerrarlos. Se conservan en la nevera durante varios meses, pero si se desea se pueden cerrar al vacío.