Carpaccio de Quisquillas

Estoy desaparecida pero, ciertamente, es que no tengo ganas ni de escribir. Cuando uno nada más se lleva un palo detrás de otro es que se le quitan las ganas de todo... Pero bueno, aquí estoy haciendo un pequeño esfuerzo para dedicarle un ratito al blog. Todo sea para celebrar - aunque sea - que al fin he conseguido una foto medio aceptable con el móvil (ya no tengo cámara) y que el carpaccio de quisquillas que me comí el sábado estaba buenísimo!

Este año, la verdad, es que las quisquillas están muy baratas. Este puñadito me costó poco más de 2 € y para darse un caprichito de vez en cuando está muy bien. Para quién no conozca las quisquillas, son unas gambas pequeñitas y de sabor muy dulce. Están tan buenas que se comen como pipas, así crudas y todo... Jejeje! Las hemos bautizado como "las pipas del mar"! Jajaja! Y como hay que aprovecharlo todo, con las cáscaras y las cabezas hice un fondo para una sepia en salsa que quedó para chuparse los dedos!



Ingredientes:

- 250 g quisquillas
- 1 cd aceite de oliva virgen extra
- 2 cd zumo de lima o limón
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de azúcar
- 1 pizca de pimienta negra
- cebollino

Preparación:

Pelamos las quisquillas (reservamos las cáscaras y las cabezas para otras elaboraciones). Colocamos una capa de film transparente o papel encerado sobre una encimera y vamos colocando sobre él las colitas de las quisquillas, de forma más o menos circular.

Tapamos con otra capa de film o papel encerado y aplanamos con un rodillo, primero dando unos suaves golpes y luego repasando con el rodillo para aplanar, hasta obtener una lámina fina.

Metemos el carpaccio de quisquillas en el congelador hasta que se endurezca. De esta forma será más fácil de desmoldar.

Para emplatar, retiramos la primera capa de film, colocamos el carpaccio de quisquillas sobre un plato y retiramos la otra capa de film. Si estuviese congelado, no nos preocupéis porque se descongela en un par de minutos al ser tan fino.

Para preparar el aliño, mezclamos en un botecito una cucharada de aceite de oliva virgen extra (mejor uno suave y dulce, tipo arbequina o lucio), dos cucharadas de zumo de lima (o limón), una pizca de sal y una pizca de pimienta. Cerramos y agitamos el bote para emulsionar. Si al probar el aliño estuviese muy ácido, podemos ponerle también una pizquita de azúcar).

Vertemos un par de cucharaditas de este aliño sobre el carpaccio de quisquillas y espolvoreamos con un poco de cebollino picado. Si aún no habéis probado las quisquillas, os las recomiendo encarecidamente. Tienen un sabor extraordinario!