Continúo con mis incursiones en la repostería. Me he atrevido - por fin - a hacer la tarta de queso al horno ¡¡y es facilísima!! Con todo el tiempo que lleva mi pobre Peque pidiéndome que la haga... Ahora, eso sí, la ha disfrutado muchísimo. Se la comía con una cara de felicidad!! Yo, por mi parte, me he puesto mala con todas y cada una de las tartas que llevo publicadas en el blog, ya que soy intolerante a la lactosa. Así que a ver cuando me pongo a hacer una que no lleve lácteos... Aunque, en fin, con lo riquísima que estaba no me ha importado!
Ingredientes:
- 200 g galletas digestive
- 60 g margarina
- 250 g queso fresco con sal
- 3 huevos grandes
- 1 yogur blanco sin azúcar
- 1/2 vasito del yogur de leche
- 200 ml nata espesa
- 3 cd colmadas de harina
- 3 cd azúcar (o al gusto)
Preparación:
Poner las galletas troceadas en la picadora y triturar. Pasar a un bol y añadirle la margarina derretida. Mover muy bien para que se humedezca por igual. Engrasamos un molde desmolntable (el mío es de 22 cm) con margarina y harina. Yo le pillé papel sulfurizado en la base para desmoldarlo mejor. Vertemos la mezcla de galletas en el molde y aplastamos con las manos para que quede una base homogénea, resistente y bien apretadita.
Ponemos el resto de los ingredientes en el vaso de la batidora y lo procesamos hasta que quede bien finito y sin grumos. Echamos esta mezcla en el molde y metemos en el horno precalentado a 170 ºC hasta que al pinchar la varilla salga limpia. En el horno de turbo-convección me tardó unos 40 minutos, aunque le tuve que bajar la temperatura a mitad de la cocción.
Después de sacarla del horno, hay que dejarla enfriar a temperatura ambiente y meterla en la nevera de un día para otro para que se asiente (ya sé que es difícil esperar con semejante postre en el frigo...). Se puede tomar sola o con mermelada del sabor que queramos.
La verdad es que la tarta de queso philadelphia (sin horno) está muy buena, pero después de probar ésta... ¡¡¡Me quedo con la horneada!!!
Esta tarta es riquisima!!!, te ha quedado muy bien, quien pillara un trocito. Besos
ResponderEliminarMe encanta esta tarta!!! si es que los postres de queso me pierden! me invitas a un trocín? Ahora te toca ponerte las pilas con postres sin lactosa, que no es cosa de ponerte mala!
ResponderEliminarBesos,
Mónica
Que rica niña !!!! Si la viera mi hermano se la comía toda enterita. Cuando vivíamos todos juntos se la solía preparar, porque sabía que le encanta.
ResponderEliminarPero esta receta tuya se ve deliciosa !!! Me la llevo porque es diferente ;-)
Muchas gracias
Besos
Que tarta más rica, me llevo un trocito si no te importa.
ResponderEliminarUn besete
El trocito que te falta me lo he llevado yo.
ResponderEliminarEsta tarta es un clásico que nunca falla, qué rica tiene que estar, me encanta como te ha quedado. Buenísima.
ResponderEliminarSe ve increible!! Me encantan las tartas de queso!!!
ResponderEliminarMe alegro de que os guste!! Tendré que hacer un par de ellas más para repartirlas entre todas! Jejeje!
ResponderEliminarTYATANIA ..es que los peques mandan ...pobres siempre esperando lo que mas les gusta ..el postre ...JAJA ..los mios son adolescentes pero tambien esperan el postre..asi pues ..esta tarta deliciosa y si le pones por encima mermelada ..esta superrica ..besos MARIMI
ResponderEliminarGarlutti, lo que tú no sabes que el Peque es mi novio!! Jajaja!!
ResponderEliminarYo hago esta misma pero sin la base de galletas y sustituyo la harina por maicena,que ricas las tartas de queso me encantan
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