Helado de Turrón

¡Feliz Navidad a todos! Como este invierno está siendo más cálido de lo habitual, os traigo una receta de helado, que sé que hay muchos golosos que aprovecháis cualquier rayito de sol para darle al helado... Jejeje! El helado de turrón es ideal para servir como postre o acompañamiento de un postre en Navidad o para prepararlo en primavera y gastar las tabletas de turrón que no nos comamos estas fiestas.

Helado de Leche Merengada

Sí, hoy me he dado un capricho en toda regla: me he preparado un helado de leche merengada para mí sola... Jejeje! Pero no penséis que soy mala y que no lo quiero compartir... Es que he preparado el helado con leche y nata sin lactosa para poder comerlo, que siempre que hago estas cosas tan ricas no las puedo disfrutar! Por supuesto, podéis elaborarlo con leche y nata normal. También he aprovechado que este helado no es apenas graso para probar cómo funciona la gelatina como estabilizante (evita que el helado se cristalice). La verdad es que ha ido fenomenal y te permite hacer helados más ligeros y con menos grasas. De hecho, éste lleva leche semi y he omitido las yemas de huevo.

Helado de Chicle

Estamos en pleno veranito y ya es hora de desempolvar la heladera, no? Jejeje! La he sacado tarde, pero ha tenido su merecido estreno: helado de chicle! Este invierno compré en El Corte Inglés un botecito de pasta de chicle y estaba deseando usarlo. Aunque se puede utilizar en cupcakes, batidos, etcétera, yo ya sabía cuál iba a ser su finalidad... ¡¡Sí, helado!! Está divino. No habrá niño - ni adulto - que se resista!

Bizcocho de Sobrasada con Helado de Queso Curado y Vinagre Balsámico de Chocolate

¡Cómo me va la cabeza! Llevaba ya por lo menos un mes dándole vueltas a esta receta hasta que por fin se ha materializado... Y como podéis ver, es de lo más curiosa (yo, en mi línea, jejeje): un bizcocho de sobrasada acompañado de helado de queso curado de oveja y como salsa, una reducción de vinagre balsámico de chocolate. No sé si es un segundo plato o un postre o quizás una merienda, pero desde luego ha tenido éxito. Mi conejillo de indias me ha puesto un pulgar hacia arriba!

Helado de Regaliz Rojo

Ahí va... ¡¡Qué bueno estaba este helado de regaliz rojo!! De los mejorcitos que me he comido este verano... Y para que veáis que no sólo os quiero poner los dientes largos, os voy a dar la receta para que podáis disfrutar también de él. ¡A los niños les va a encantar! Por no hablar de los adultos... Jejeje! En casa ha arrasado. Tenéis el éxito asegurado con él.

Azúcar Invertido

Como últimamente me ha dado por hacer helados caseros, he tenido que hacerme con este extraño ingrediente básico llamado "azúcar invertido". No, no es cocina molecular ni nada de eso... No os asustéis. De hecho seguro que alguna vez habéis hecho azúcar invertido en casa sin saberlo, por ejemplo, al hacer mermelada y ponerle azúcar y un chorrito de limón. Vamos a aprender más sobre las propiedades del azúcar invertido y su preparación.

Helado de Cereza

Mientras me comía este helado de cereza que preparé la semana pasada, me estaba acordando del aquel primer helado de té verde que preparé hace unos años cuando no tenía heladera... Y cuánto trabajo me costó hacerlo! Salió muy rico de sabor pero la textura con heladera gana muchísimo. Así que si estáis pensando en comprar una, no os lo penséis más. La verdad es que estoy muy contenta de haber conseguido la heladera del Lidl. Esta vez hice helado de cereza, aprovechando que había comprado unas cerezas negras bien gordotas. Una delicia de helado: cremoso, sabroso, natural... Perfecto!

Helado de Stracciatella

¡Estoy más contenta que unas castañuelas! ¡¡Por fin he conseguido la codiciada heladera del Lidl!! ¡Jajajaja! Llevaba ya tres años detrás de ella... Pero es tan popular entre los "cocinitas" que el mismo día que la sacan se agota. Por fin... Es mía... Mi tesoroooooo... Anduve rebuscando por la casa a ver qué tenía para estrenarla: "Ea, helado de stracciatela, que para eso tengo de todo". Estoy encantada. Me ha quedado un helado muy cremoso y sin cristalitos. Lo he hecho con azúcar glas. Para la próxima veré que tal funciona el azúcar invertido, pero el glas os puedo decir que va bien.

Helado de Té Matcha Japonés

Y de postre... helado de té verde japonés!! Cuando voy a comer al restaurante japonés, me encanta pedirme el helado de té matcha de postre. Así que he querido elaborarlo yo misma. Éste ha sido mi primer helado y, además, no tengo heladera (¡¡qué valor tengo!!), así que ya comprenderéis que me ha costado un poquito más de lo normal prepararlo...

El sabor me ha gustado bastante y la textura no estaba del todo mal, pero de haber tenido heladera o haber conocido el truquillo del azúcar invertido para evitar la cristalización, quizá habría quedado aún mejor. Os dejo la receta porque merece la pena probarla a hacer en la heladera. Y de sabor, os aseguro que estaba riquísimo!!


Ingredientes:

- 400 ml de leche
- 400 ml de nata
- 7 cd colmadas de azúcar
- 3 cd colmadas de té matcha
- 3 yemas de huevo


Preparación:

Mezclamos la leche, las yemas de huevo, el azúcar y el té matcha. Pasamos por la batidora para evitar grumos. Colocamos la mezcla en un cazo y ponemos a calentar a fuego medio - bajo, moviendo de vez en cuando, hasta que espese un poco. Apartamos del fuego y dejamos templar.

Montamos la nata y la vamos incorporando a la mezcla anterior, haciendo unos movimientos envolventes con las varillas, para que no se baje mucho. Metemos en la nevera hasta que esté bien frío, al menos 4 horas.

a) Sin Heladera:

Pasamos la mezcla a un envase, preferentemente metálico, que habremos guardado en el congelador el día antes. Al pasar la mezcla fría a un molde helado, conseguimos que el helado se congele antes y quede más cremoso al formarse menos hielo.

Tapamos el recipiente con film y llevamos al congelador. Cuando la superficie comience a helarse, batimos con las varillas para romper los cristales que puedan formarse. Repetimos el proceso varias veces, cada 45 minutos, aproximadamente, hasta que esté lo bastante denso como para dejarlo terminar de congelarse.

Como véis, el proceso es bastante laborioso, así que si alguna otra vez hago helado... será con heladera, fijo!!

b) Con Heladera:

Dos años después de haber publicado esta receta, por fin he conseguido la codiciada heladera! Qué compra tan buena... Jejeje! Y cómo cambia la textura de los helados, incluso sin azúcar invertido!! Aquí os dejo cómo sería el procedimiento con heladera.

Tendremos la cubeta de la heladera en el congelador durante 24 h.  Montamos la heladera y ponemos en marcha. Vamos vertiendo la mezcla de helado de té verde japonés poco a poco. Dejamos que la heladera trabaje durante 40 minutos.

Sacamos el helado y pasamos a un tupper. Llevamos al congelador hasta que esté lo sufucientemente consistente como para formar bolas.