Hoy es San Patricio, patrón de la bellísima Irlanda (y bueno, también patrón de Albuñol, en Granada!). Para celebrarlo, qué mejor que elaborar una recetita irlandesa? Este año he escogido el pan de soda irlandés. Este pan se elabora desde mediados del siglo XIX, cuando se popularizó el uso del bicarbonato sódico para la elaboración del pan.
Para este pan se ha de usar harina floja, ya que el bicarbonato no es suficiente para hacer subir la harina de fuerza. Buscando información sobre este pan he descubierto algo que me ha parecido muy interesante: el bicarbonato reacciona con el ácido láctico del buttermilk, haciendo que se liberen burbujitas de dióxido de carbono, lo que hace que suba el pan.
También he descubierto que se ha creado una sociedad para la conservación del pan de soda irlandés. El auténtico pan de soda tan sólo lleva harina, buttermilk, sal y bicarbonato. Pero parece ser que en los últimos años se han popularizado en EEUU varias recetas de pan de soda que distan bastante de la receta original, ya que incluyen, por ejemplo, pasas, huevo, azúcar...
Existen dos tipos de pan de soda: el blanco y el moreno, así que yo he elegido elaborar este "brown soda bread". Es un pan muy rápido y fácil de hacer. Ni siquiera necesita levado ni un amasado rápido. Eso sí, es un pan recio, basto, que llena bastante... lo cual para esa época sería ideal!
Ingredientes para 1 kg de pan:
- 3 tazas de harina floja
- 2 1/2 tazas de harina integral
- 2 tazas de buttermilk *
- 1 1/2 ct de bicarbonato sódico
- 1 1/2 ct de sal
* El buttermilk es difícil de conseguir, pero podemos fabricar algo muy parecido dejando reposar la misma cantidad de leche con una cucharada de vinagre durante 15 minutos.
Preparación:
Mezclar bien todos los ingredientes secos en un bowl. Añadimos el buttermilk, o en mi caso, la leche cortada con el vinagre. Amasamos con las manos hasta obtener una masa manejable, que no se pegue a los dedos. Yo más a menos necesité la cantidad indicada de harina.
Ponemos a calentar el horno a 220 ºC. Colocamos un papel sulfurizado en la bandeja y espolvoreamos con harina. Colocamos la masa, dándole forma redondeada con las manos húmedas. Con un cuchillo, le hacemos la cruz característica de estos panes y espolvoreamos con harina blanca para darle un toque más rústico.
Comenzamos horneando a 220º C durante unos 25 minutos. Después bajamos la temperatura a 180 ºC durante unos 30 ó 35 minutos aproximadamente.
Sacamos el pan del horno y dejamos enfriar y asentarse. Está riquísimo tostado, con mantequilla irlandesa y mermelada de naranja!