Mojito Cheesecake

¡¡Hoy es mi cumpleaños!! ¡¡29 años ya!! Para celebrarlo, preparé esta tarta de queso "mojito" que le vi a Loli, de "Aprendo en la Cocina". Le he cambiado la base que ella puso por una tradicional de galletas, pero si pasáis por su blog veréis la base tan original que hizo ella. La tarta estaba muy, muy rica! Además, desde que he descubierto toda la cantidad de productos sin lactosa que han sacado al mercado, me voy a pegar unos atracones de tartas!! Jejeje!


Ingredientes:

- 200 g galletas multicereales (o digestive)
- 70 g mantequilla

- 200 ml agua
- 100 ml ron (yo, Bacardi Limón)
- 100 ml azúcar moreno
- 3 limas
- 1 ramillete de hierbabuena
- 300 g queso tipo Philadelphia
- 1 sobre de gelatina neutra
- 100 ml nata

- 1 sobre de gelatina de limón
- 400 ml agua
- unas gotas de colorante azul

Preparación:

Para hacer la base, trituramos las galletas con la picadora. Derretimos la mantequilla en el microondas y se la añadimos a las galletas trituradas. Movemos bien para que se humedezca por todas partes. La cantidad de mantequilla a usar es orientativa. Según el tipo de galletas, habrá que poner más o menos mantequilla.

Armamos un molde desmontable. Yo siempre tomo la precaución de pillarle un papel de horno en la base para luego desmoldar más fácil. Ponemos la mezcla de las galletas y presionamos bien por todos los lados para formar una base sólida y homogénea. Metemos en la nevera para que se solidifique.

Mientras tanto, vamos preparando el relleno. Para ello, vertemos el agua, el ron y el azúcar en un cazo y lo ponemos a calentar. Cuando hierva, bajamos el fuego, agregamos la hierbabuena y el zumo de las limas y dejamos cocer unos minutos a fuego lento. Después colamos y pasamos a un bol.

Disolvemos la gelatina neutra en un poco de nata y se lo añadimos a la mezcla de ron caliente, junto con el queso de untar. Lo pasamos por la batidora y luego lo volcamos en el molde, sobre la base de galletas. Dejamos enfriar varias horas en la nevera hasta que solidifique.

Cuando la tarta esté cuajada, preparamos la capa de gelatina que la recubrirá. Para ello, tan sólo seguimos las indicaciones del envase. Para la que yo usé, calenté un vaso de agua hasta hervir. Disolví en él la gelatina de limón y añadí otro vaso de agua fría. Para que la gelatina se vuelva verde lima, tan sólo hay que añadir unas gotas de colorante azul (ya que la gelatina es amarilla) hasta obtener el tono de verde deseado.

Esperamos a que la gelatina se atempere un poco y la vertemos con cuidado con un cacillo sobre la capa de queso de la tarta. Es importante que no esté muy caliente o se levantarán mijillas de la capa de queso (a mí me pasó un poco). No usé toda la gelatina, así que la que sobró la dejé en un cuenquito.

Ya tan sólo hay que dejarla cuajar de nuevo en la nevera. Antes de desmoldar, pasamos un cuchillo por los bordes de la tarta y después abrimos el molde desmontable y pasamos la tarta a un plato. Decoramos con unas rodajas de lima y unas hojas de hierbabuena.