Este es el pollo al roquefort que me preparó mi novio cuando fui a Granada en mi día libre. La verdad es que mi Peque cocina bastante bien, sólo que yo soy una atacá en la cocina y no le dejo hacer casi nada. (El pobre, lo que me tiene que aguantar... jejeje!). Ahora que yo no estoy, ya tiene tiempo para experimentar un poco más en la cocina y, de vez en cuando, me llama para contarme algo nuevo que se le ha ocurrido cocinar.
Este pollo al roquefort tiene un toque especial que le da un sabor muy atractivo: la cebolla confitada. Ésta que él puso era de bote, pero la podéis hacer vosotros mismos, rehogando la cebolla a fuego muy lento y poniéndole azúcar. Le aporta un dulzor al plato que casa a la perfección con el roquefort! ¡Ay, que novio más apañao tengo!
Ingredientes:
- 1 pollo deshuesado
- 1 cebolla
- 2 cd cebolla confitada
- 1 trozo de roquefort
- 200 ml nata
- aceite y sal
Preparación:
Cortamos la cebolla a cuadritos y la pochamos en un poco de aceite. Añadimos el pollo, lo doramos y le ponemos sal. Agregamos las dos cucharadas de cebolla confitada y le damos unas vueltas. Incorporamos ahora la nata y el roquefort desmenuzado. Cuando se caliente la nata, movemos bien para que se disuelva el queso y dejamos cocer a fuego suave unos minutos hasta que el pollo esté hecho y jugoso.
Servimos espolvoreado con tomillo y acompañado de patatas fritas o arroz y un buen trozo de pan - porque está tan rico que vamos a rebañar bien el plato... ¡Espero que os guste!
De paso, os invito a que participéis en el sorteo de la Señorita Mandarina, que celebra sus 300 seguidores. Podéis participar hasta el 12 de septiembre, así que no perdáis tiempo y corred a apuntaros!
