Carne en Salsa de Vino y Cebolla

Siento haberos tenido un poco abandonados últimamente... Llevo ya bastante tiempo buscando trabajo en Granada y no sale nada de nada!! Así que estoy buscando trabajo por Málaga, aunque sea para echar el veranillo... Todavía no tengo nada seguro: alguna que otra entrevista y muchos "ya te llamaremos...". Además, aquí no tengo Internet, por eso no he podido pasarme por vuestras cocinas. He dejado a mi novio encargado de publicar los comentarios para que no se acumulen. Como tengo varias recetas atrasadas, intentaré publicar alguna de vez en cuando. Pero, por favor, ¡¡¡seguir visitándome que os echo de menos!!!

Y, bueno, aquí va una de las recetas atrasadas: carne en salsa. Espero que os guste!

Ingredientes:

- 1 kg magro de cerdo
- 1 ajo
- 1 cebolla
- 1 cd harina
- 1 vaso de vino blanco
- agua
- 1 cd pimientas en grano
- 1 hoja laurel

Preparación:

Ponemos aceite de oliva en la olla express. Cuando esté caliente, doramos el magro troceado, salamos y apartamos. Creo que nunca lo he dicho, pero los cocineros siempre dicen que la sal hay que ponerla después de dorar la carne para que ésta no se desangre, ya que quedaría seca.

Loncheamos el ajo y picamos la cebolla a trocitos pequeñitos. Los añadimos a la olla, salamos y rehogamos hasta que estén transparente. Espolvoreamos una cucharada de harina y dejamos freír un poquito. Vertemos entonces el vino, el laurel y las pimientas y movemos mientras evapora para que se ligue la salsa.

Incorporamos la carne a la olla express, cubrimos de agua (sólo lo justito) y dejamos cocer 20 minutos desde que suba la válvula. Al abrir, rectificamos de sal y dejamos cocer un poco más con la olla abierta para que evapore y se espese la salsita.

Aunque la podemos comer tal cual, acompañada de unas patatas fritas, también es ideal para hacer unos bocadillos ya que la carne queda muy tiernecita.

Trufas de Té Matcha Japonés

Tengo un buen amigo en Japón desde hace muchos años. Una vez me envió unas trufas de té verde y, desde luego, fueron las mejores trufas que he probado nunca! Siempre me quedé con las ganas de comerlas otra vez así que, ahora que ya sé cocinar, me he atrevido a imitarlas con un resultado muy bueno. El matcha quizá sea lo más difícil de encontrar. Yo tenía éste que me regaló mi novio hace tiempo y, como no lo gastaba, pensé que las trufas sería la mejor solución. Además, como siempre le andaba diciendo que un día tenía que probarlas, ya le he quitado el deseo!

Ingredientes:

- 250 g chocolate blanco
- 80 ml nata espesa
- 1 ct de margarina
- 2 ct de té matcha tamizado
- 2 cd matcha para rebozar

Preparación:

Ponemos en un cazo la margarina. Cuando se derrita añadimos la nata y el chocolate cortado a trocitos pequeños. Dejamos que se vaya fundiendo a fuego lento, moviendo con la varillas. Apartamos del fuego y añadimos, más o menos, dos cucharaditas de té matcha (o la cantidad que veamos apropiada), tamizado a través de un colador para que no queden grumos. Movemos bien con las varillas para que todo quede bien integrado. Como el chocolate blanco es muy dulce, no hace falta añadir nada de azúcar, aunque el matcha sea amargo.

Vertemos la mezcla en un recipiente y esperamos a que se temple. Tapamos con film y dejamos reposar en la nevera de un día para otro.

Cuando la masa refrigerada ya esté compacta, tomamos pequeñas porciones con una cuchara y formamos bolitas entre las manos. Las vamos colocando en un recipiente, con un par de cucharadas de matcha, y las rebozamos con cuidado de no tocarlas mucho (yo usé una cuchara para manipularlas). En cuanto estén listas, las vamos colocando en una fuente de servir. Y seguimos haciendo más trufas hasta terminar con la masa.

Espolvoreamos las trufas con un poco más de matcha y reservamos en la nevera hasta la hora de servir, ya que son muy delicadas frente al calor. Os dejo una imagen de la foto que le saqué, con las velitas y todo, para darle un "toque zen". Jejeje!

Consejo:

Las verdaderas trufas matcha van rebozadas directamente en té, pero algunas personas, para que la receta no sea tan costosa, las rebozan en chocolate blanco o negro. La verdad es que yo no gasté mucho té, a lo sumo tres cucharadas. Y me salieron bastantes trufas (no me acuerdo si 22 ó 24 piezas). Además, me parecía muy complicado eso rebozarlas en chocolate fundido porque había que congelar las trufas antes para que no se derritieran y demás...

Os dejo una foto del corte para que veáis como quedaron. ¡¡Deliciosas es poco adjetivo para lo buenas que estaban!!

Cous-Cous con Pollo, Verduras y Ciruelas

El cuscús o cous-cous es un plato originario del Norte de África que consiste en sémola de trigo cocida, acompañada de un guiso a base de carne o verduras. Fue introducido en España durante la dominación musulmana y conocido en castellano antiguo como "alcuzcuz". Aquí en Granada es fácil encontrarlo en muchos restaurantes marroquíes, pero yo os animo a que lo preparéis en casa con esta receta que os voy a dar. Por supuesto, podéis cambiar las verduras o añadir algunas más. Yo a veces hago cous cous sólo de verduras, sin el pollo, y entonces le añado además nabo y calabaza.

Aguacate con Azúcar y Canela

Esta forma de comer el aguacate me viene de familia y, por cierto, se toma como postre. En mi casa siempre se ha comido así... Pero luego, al mudarme a Granada - y mira que aquí en la Costa Tropical hay un importante cultivo de aguacates - todavía no he encontrado a nadie que se haya comido un aguacate aliñado de esta forma. Sea como sea, os aconsejo probarlo porque el azúcar y la canela le dan un toque exquisito. Os aseguro que nunca habéis probado un aguacate tan bueno!

Ingredientes:

- aguacate
- azúcar
- canela en polvo

Preparación:

Debemos elegir un aguacate en su punto: maduro pero firme. Habréis visto que los hay de piel verde y lisa, o de piel negra y rugosa. Pues los de piel negra son los mejores ¡y con diferencia!

Partimos el aguacate por la mitad, retiramos el hueso, y rellenamos el hueco con una cucharada de azúcar. Espolvoreamos canela al gusto y servimos. Para comerlo, mezclamos todo dentro de la cáscara.

Truco:

Si sólo vamos a consumir una parte del aguacate, podemos guadar la otra parte en la nevera rociada con zumo de limón y guardada en un tupper, si es posible al vacío, o tapada con film. Si hacemos, por ejemplo, una salsa de guacamole, además de unas gotas de limón, se le deja el hueso del aguacate dentro. Ésto también da buenos resultado ante la oxidación aunque, desde luego, es una fruta que hay que consumir rápidamente una vez abierta.

Ensalada Ranchera

Hace un tiempo compré un aliño ranchero para ensaladas y, claro, para usarlo lo primero es crear una ensalada ranchera! Así que me puse a pensar en ingredientes que me recordasen a los ranchos americanos: pollo a la parrilla, frijoles, maíz... y de este modo surgió esta deliciosa ensalada, que os aseguró que os va a encantar!! En el supermercado encontré un bote de alubias rojas de El Hostal, que venían ya mezcladas con maíz y judías verdes. Pero si no lo encontráis, tan sólo poned las alubias y el maíz. La salsa ranchera es de Ken's Steak House. Me gusta mucho esta marca porque tiene unos aliños riquísimos!

Con esta receta voy a participar en el concurso "La Ensalada Más Cañera", del blog La Cocina de Cristina. Parece un concurso muy divertido. Tan sólo tenéis que publicar vuestra mejor ensalada, así tenemos variedad para todo el verano!! Jejeje!

Ingredientes:

- lechugas variadas
- pechuga de pollo
- queso edam
- alubias rojas cocidas
- maíz en grano
- huevos
- tiras de maíz fritas
- salsa ranchera
- hierbas provenzales
- aceite, sal y pimienta

 

Preparación:

Primero,  ponemos a cocer los huevos en agua con un chorrito de vinagre para que no se rompan. En unos 20 minutos están listos. Lavamos con agua fría y dejamos enfriar.

Mientras tanto, cortamos la pechuga de pollo en filetes finos. Pulverizamos una parrilla caliente con aceite y asamos los filetes por ambos lados para que se le queden las marcas del asado. Salipimentamos, espolvoreamos con hierbas provenzales y reservamos.

Montamos la ensalada, colocando un lecho de lechugas variadas, las alubias rojas con el maíz, los daditos de queso Edam y el pollo cortado a tiras. Alrededor, ponemos los huevos cocidos, pelados y cortados a cuartos. Y por encima de todo ello, las tiras de maíz fritas, que le darán un toque crujiente.

Justo en el momento de servir, le ponemos la salsa por lo alto. ¡Espero que os guste mi invención!

Os dejo una foto de la ensalada sin aliñar, para que veáis como queda: