¿Os cuento algo? Nunca en mi vida me han gustado los calamares... Ha sido en los últimos meses cuando mi novio ha conseguido que los coma. No es que sean santos de mi devoción, pero ya los cocino de vez en cuando. Una de las formas en que más me han gustado ha sido ésta: paella de arroz negro. Es típico del Levante y Cataluña, donde suele tomarse con alioli. La tinta de calamar le da un sabor a mar muy característico. Está realmente deliciosa ¡y yo sin haberla probado antes!
Ingredientes:
- calamares
- 1 ajo
- 1/2 cebolla
- 1 tomate
- 1/2 vaso de vino blanco
- 2 sobres de tinta de calamar
- 1 taza de arroz
- 2 1/2 tazas de caldo de pescado
- sal y aceite
Preparación:
Se prepara como cualquier paella, pero sustituyendo el colorante por la tinta de calamar. Así que lo primero es hacer un caldito de pescado. Yo le puse espinas de rodaballo y cabezas de gambas que tenía en el congelador.
En una paellera, echamos un chorrito de aceite y hacemos el sofrito de ajo, cebolla y tomate, todo muy picadito. Cuando esté listo, le añadimos los calamares limpios y troceados y freímos un poquito. Salamos todo. Incorporamos el arroz y le damos unas vueltas para sellarlo. Regamos con el vino y dejamos evaporar.
Ahora es el momento de verter el caldo de pescado caliente y la tinta de calamar. Le puse dos sobres, no sé si será mucho, pero bien quedó. También se pueden poner las tintas de los calamares, pero como éstos eran muy chiquitillos, no me servían...
Dejamos cocer a fuego medio unos 25 minutos, o hasta que el arroz esté hecho. Lo dejamos reposar unos minutos y servimos espolvoreado con perejil. Como he dicho antes, se toma con alioli, aunque yo le puse limón. ¡La próxima vez seré más fiel a la tradición!
