¡Ay, pero qué mal me están quedando las fotos últimamente! Mi cámara buena murió hace tiempo... La cámara de repuesto, una cutrecilla de bolsillo, también me abandonó y ando tirando de la cámara del móvil que para fotos de cerca y con poca luz no es una maravilla precisamente... Pero bueno, mi estofado de cuello de cordero quedó rico y eso es lo que cuenta.
Para esta receta compré cuello de cordero porque es una pieza barata y que aporta mucho sabor a los estofados. Podéis pedir al carnicero que os la trocee. A mí me la cortaron en rodajas y la verdad es que este corte me ha gustado mucho porque, con ayuda de una cuchara, se desprende la carne del hueso con facilidad una vez servida en el plato.