Hace unos días cenamos pizza y como tenía una salchicha alemana de esas grandotas, me sirvió para improvisar. Como anécdota, os contaré que hasta hace cuatro años no me gustaba nada la comida tipo pasta, pizza, salchichas, hamburguesas... ¡ni siquiera el ketchup ni las patatas fritas! Es que cuando éramos pequeños, a mi hermano sólo le gustaban esas comidas, así que todas las semanas comíamos lo mismo... ¡No soportaba más esas comidas! Así que, cuando me independicé, pasé años sin comer nada de esto. Fue mi novio, después de muchos intentos, el que consiguió que comiese de estas cosas otra vez.
Ingredientes:
- preparado de harina para pizza
- salsa de tomate
- salchicha alemana
- cebolleta
- pepinillos gigantes en lonchas
- mostaza suave
- queso rallado
Preparación:
Preparamos la masa de pizza siguiendo las instrucciones indicadas. Por supuesto, podemos hacer nuestra propia masa totalmente casera, pero a mí es que me pilló sin levadura y estos paquetitos de preparados sacan de muchos apuros.
Después de reposar la masa, la estiramos y cubrimos con los ingredientes: la salsa de tomate, la salchicha a rodajitas, la cebolleta cortada muy fina, los pepinillos muy picaditos, la mostaza la echamos dibujando una espiral y, por último, espolvoreamos el queso.
Metemos la pizza en el horno hasta que se gratine y la masa esté crujiente. Queda muy rica y la mostaza le da un toque especial.