Los Scotch Eggs (huevos a la Escocesa) son todo un clásico de la cocina británica. Allí es el típico picnic que se llevan los británicos el fin de semana cuando van al campo o lo que te pides en el pub para acompañar una cervecita. Me lo he pasado muy bien preparándolos y, por supuesto, ¡comiéndomelos!
Últimamente, mientras más me centro en la cocina británica, más me doy cuenta de la influencia que tuvieron sus colonias en la gastronomía del Reino Unido. El otro día, mientras me tomaba unas patatillas con salsa Worcester, me paré a pensar cuanto me recordaba al fish sauce que usan en el Sudeste Asiático... Y mientras me comía la hamburguesa con salsa Picalilli, me vino de pronto a la mente los chutneys indios.
Y eso no es todo: ayer buscaba una receta de ensalada india encontré una llamada "sambharo" que curiosamente tiene bastantes similitudes con el coleslaw. ¡¡Y ya lo último!! Mientras busco los orígenes de este plato, cuyas primeras referencias rondan el siglo XVIII, descubro que es casi igual a un plato indio llamado "nargisi kofta" y que en ese mismo siglo, los británicos habían colonizado la India.
Para que luego pensemos que la gastronomía británica son sólo sandwiches... Mientras más investigo sobre ella, más me apasiona.
Ingredientes:
- 6 huevos camperos medianos
- 500 g salchichas frescas de cerdo
- harina
- 2 huevos batidos
- pan rallado
- tomillo
- perejil
- 1 ct rasa de pimienta negra
Preparación:
Os recomiendo que los huevos no sean muy grandes, ya que luego hay que rebozarlos en carne y se nos pueden quedar enormes. Yo puse huevos medianos y, aún así, con un huevo y medio te quedas listo.
Ponemos a cocer los huevos camperos unos 12 ó 15 minutos, con un chorrito de vinagre en el agua para que no se agrieten. Cuando estén cocidos, los metemos en agua fría un rato y luego los dejamos enfriar fuera de ella. Retiramos la cáscara y reservamos.
Preparamos la mezcla de carne de salchicha. Cortamos la piel que las envuelve y la retiramos. Troceamos y colocamos en un bowl, junto con el tomillo, el perejil y bastante pimienta negra, que le dará ese sabor característico. No ponemos nada de sal porque la carne de salchicha ya viene aliñada. Trabajamos con un tenedor hasta que quede homogénea y bien mezclada.
Preparamos un plato hondo con harina, otro con dos huevos batidos con una pizca de sal y otro más con pan rallado.
Pasamos los huevos por la harina y reservamos. Y ahora viene la parte más laboriosa... Dividimos la masa en seis albóndigas. Cortamos un trozo de film y colocamos una de las albóndigas. Ponemos otro trozo de film encima y aplanamos hasta obtener una circunsferencia que pueda envolver el huevo.
Retiramos el film de arriba (yo los reutilicé hasta tres veces) y colocamos un huevo en el centro de la carne. Con los extremos del film nos ayudamos para traer los bordes de la carne y cubrir el huevo. Homogeneizamos con las manos la carne alrededor del huevo y reservamos.
Hacemos esto mismo con el resto de los huevos.
Lo siguiente es pasar todos los huevos (ya envueltos en carne) por harina. Y luego a rebozar, poniendo una capa de huevo, otra de pan rallado y de nuevo, huevo y pan rallado.
Ya sólo queda freírlos en aceite. Yo los freí en la freidora a temperatura media para que la carne se haga bien. Los dejamos escurrir sobre papel absorbente y servimos junto con guisantes, ensalada, coleslaw... Bueno, lo que más os guste! Yo les hice también una salsita con mayonesa, mostaza y eneldo.